El sentido del mov'miento
Grupo Charco - Espacio Bresson
Por Daniela Arroyo - 2022
“No se trata de saber quienes somos sino, más bien, por fin, en qué queremos convertirnos”
Rosi Braidotti, 2002
Resulta complejo utilizar la escritura para describir algo que se encuentra en movimiento. Puede que no alcancen las palabras, o bien, que estas encarcelen el sentido de algo que se transforma constantemente y se escabulle. Quizás, lo mejor, es entender cómo se desliza en el tiempo, atender a las huellas que va dejando para poder reconstruir su proceso.
Los artistas que integran el grupo Charco construyen una trama inesperada. Diferentes lenguajes, operaciones y procesos artísticos se emparentan para pensar y crear sin caer en determinismos. Charco pendula entre lo individual y lo colectivo; entre lo abstracto y lo figurativo; entre lo material y lo efímero; entre lo múltiple y lo singular.
Las formas y las texturas de las obras de Alec Franco, podrían ser encuadres que recortan y acercan a nuestra mirada un organismo ínfimo. Rosario Briones, en sus piezas juega con el agua y se entrega al juego libre de los elementos según las variables que ella determina con el lienzo. Aquí presenta una pintura que desde lejos puede interpretarse como un enfoque satelital. Las telas de Lupe Barceló contienen información de paisajes, estados de la materia y cuerpos. Siendo una memoria viva de todos los lugares, elementos y seres que pasaron por ella ritualmente. La obra de Bimbi Larraburu extrae lo esencial del mundo luego de una observación atenta. Luz, color y figuras se entrecruzan, fluctúan dentro del plano e invitan a perder la mirada en su profundidad.
La obra de Kalil Llamazares invita a viajar por la atmósfera de un paisaje soñado. Esta pintura viajera que aterrizó en la sala pareciera estar lista para seguir su vuelo y perderse en el horizonte. Laura Saint-Agne recolectó cortezas de la flora en la costa del río de la plata y creó diferentes referencias cartográficas con ellas, a partir de materialidades que se pliegan y pierden en sus formas naturales y artificiales. La pintura de Elisa Bunge es un instante detenido: absorbe todo lo que la rodea o materializa lo que quedó luego de un estallido estelar.
Esta exposición busca realzar los matices de una entidad colectiva pensante, dinámica y expansiva. Dar cuenta de las diferentes líneas de trabajo que se emparentan por una misma búsqueda artística: devenir con otros y devenir con lo natural. En un mundo lleno de urgencias, conflictos, fisuras, distancias entre personas y seres, la potencia aparece en el generar parentescos a partir de las diferencias; un resquicio para construir nuevos vínculos, inesperados, creativos, para pensar, producir y entender el mundo de otras maneras.
©Lupe Barcelo Artista Contemporánea
Curaduría web María Lightowler